martes, 28 de diciembre de 2010

“El cuento de Navidad de Auggie Wren” – Paul Auster – 1990


Ilustraciòn de Isol para "Un Cuento de Navidad"


Paul Auster (Newark, Nueva Jersey, 3 de febrero de 1947) es un escritor, guionista y director de cine estadounidense, Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2006.
Paul Auster es, por excelencia, el escritor del azar y de la contingencia; como no cree en la causalidad, persigue en lo cotidiano las bifurcaciones surgidas por errores o acontecimientos aparentemente anodinos. Esto sucede en La trilogía de Nueva York, en La música del azar, y sobre todo en Leviatán, en su excepcional escena central. Su estilo es aparentemente sencillo, gracias a su trabajo y conocimiento de la poesía, pero esconde una compleja arquitectura narrativa, compuesta de digresiones, de metaficción, de historias en la historia y de espejismos (El cuento de Auggie Wren). También describe existencialmente la pérdida, la desposesión, el apego al dinero, el vagabundeo (en El palacio de la luna, cuyo personaje central se llama Marco Stanley Fogg, en una especie de unión de estos tres grandes viajeros). También se cuestiona la identidad, en especial en la La trilogía de Nueva York en la que uno de sus personajes (que no es el narrador) se llama como él; en Leviatán, en la que el narrador tiene sus iniciales (Peter Aaron) y conoce a una mujer llamada Iris (anagrama de su esposa Siri); o en La noche del oráculo, donde un personaje se llama Trause (anagrama de Auster). La enfermedad, el mimo en la descripción de los objetos de papelería, la metaliteratura son señas de identidad recurrentes que se dan en su obra.

El cuento de Navidad de Auggie Wren fue primero texto impreso en un periódico norteamericano, The New York Times. La historia cuenta que ahí lo conoció el director de cine Wayne Wang, y que enseguida lo llamó a Paul Auster y le dijo que quería hacer con él una película.

En la película, que se llamó Smoke en inglés y Cigarros en español, Paul tiene que escribir un cuento de Navidad por encargo para un periódico, y por eso Auggie Wren le cuenta una historia de la cual él mismo es también personaje. El cuento de Navidad de Auggie Wren, editado en Buenos Aires por Sudamericana, cuenta la historia que Auggie le contó a Paul, y cuenta también la historia de cómo Auggie llegó a contarle a Paul su historia.

Aquì va parte del cuento (para leer el cuento entero, cliqueà aquì)

... El proyecto ascendía ya a más de cuatro mil fotografías.
Cada álbum representaba un año diferente y todas las fotografías estaban dispuestas en secuencia, desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre, con las fechas cuidadosamente anotadas debajo de cada una.
Mientras hojeaba los álbumes y empezaba a estudiar la obra de Auggie, no sabía qué pensar.
Mi primera impresión fue que se trataba de la cosa más extraña y desconcertante que había visto nunca.
Todas las fotografías eran iguales.
Todo el proyecto era un curioso ataque de repetición que te dejaba aturdido, la misma calle y los mismos edificios una y otra vez, un implacable delirio de imágenes redundantes.
No se me ocurría qué podía decirle a Auggie; así que continué pasando las páginas, asintiendo con la cabeza con fingida apreciación.
Auggie parecía sereno, mientras me miraba con una amplia sonrisa en la cara, pero cuando yo llevaba ya varios minutos observando las fotografías, de repente me interrumpió y me dijo:

- Vas demasiado deprisa.
Nunca lo entenderás si no vas más despacio.

Tenía razón, por supuesto.
Si no te tomas tiempo para mirar, nunca conseguirás ver nada…





El cuento de Navidad de Auggie Wren

Paul Auster
Ilustraciones de Isol.
Edición y traducción de Mariana Vera.
Buenos Aires, Sudamericana, 2003.

Editado también como El cuento de Auggie Wren (Barcelona, Editorial Lumen, 2003).


miércoles, 15 de diciembre de 2010

UNA MIGAJA PARA EMILY DICKINSON, LA AMIGA DE LOS PÁJAROS






En mi divagar por blogs propio y ajenos, encontré un interesante artículo sobre la gran poetisa estadounidense Emily Dickinson...

Si nos atenemos a la promesa de eternidad que Dios nos ha ofrecido, la poetisa norteamericana, nacida en Anherst, Massachusetts, Emily Dickinson cumple el 10 de diciembre 190 años. Los poemas que citamos en atrevida versión fueron extraídos del original The Poems of Emily Dickinson, editado por Martha Dickinson Bianchi y Alfred Lester Hampson (Boston Little, Brown and Company, 1939), que pude hojear en la biblioteca Central de Portland gracias al regalo amistoso de tres excelentes mujeres, una de Boston y dos de Eugene: Emily J. Yozell, quien me había regalado el libro; Peg Morton, quien me invitó a conocer los Estados Unidos y Joyce Thomas quien me llevó en su auto a conocer la capital de Oregon, en 1997. Así de gentil es el tiempo.



Por Raysa White

Emily Dickinson se ha ganado en la mira de los críticos y analistas de la poesía norteamericana el calificativo de ser una persona excéntrica, extraña y solitaria. Si nos atenemos a la verdad, su conducta, ajena a la vecindad de nuestros tratos, al trasiego del cuchicheo; más cercana quizás al susurro, a la observación de la estructura interna de los procesos existenciales –no todo el que ve pasar un funeral, lo ve de la misma manera- y el no ajustarse a la conducta de las personas circundantes, puede inducir a la percepción equívoca de un ser altamente comunicativo y gentil hacia territorios vedados para el sujeto ordinario.

Al penetrar su cuerpo literario topamos con un delicado caso de expresión capital. Mil setecientos setenta y cinco poemas, mil cuarenta y nueve cartas y ciento veinticuatro fragmentos en prosa calificados por la crítica exigente como lo más original y perturbador escrito por mano de mujer en toda las letras de Norteamérica, en lo que concierne hasta los inicios del XX en que su obra fue, por primera vez, totalmente publicada, ponen al descubierto el tratamiento mezquino que se ha dado a la obra de Emily Dickinson en prestigiosas enciclopedias, tanto inglesas como hispanas, y la abrumadora ignorancia y estrechez de miras con que se ha juzgado, además, la vida y talento singulares de esa intensa personalidad de mujer, cuya mirada deslumbrante desnuda el poema de la difícil y fascinante aventura de la convivencia en cada fragmento existencial.

Walt Whitman al escribir: “…El tendón más pequeño de mis manos avergüenza a toda la maquinaria moderna”, o presentir que …al subir las escaleras de (su) casa, la enredadera que trepa por su ventana le satisface más que toda la metafísica de los libros…, nos entregó claves para acceder a regiones como esta:

“…si cuando vuelvan los petirrojos ya no estuviese viva, al de la Corbata Roja, échale en mi memoria una migaja, y si no puedo darte las gracias porque me encuentre profundamente dormida, sabes muy bien que lo intentaré aún con mis labios de granito”.[1]

¿Pudo haber vivido en soledad una persona que hace este tipo de peticiones?

Su soledad no es la del individuo encerrado en sí mismo. Ella no está sola. Desde temprano, en franca conexión con la naturaleza, espera al Petirrojo. De todos los que se allegan, ella lo ha elegido a él. Ese misterio del primer impacto, de la química luminosa, del saber que se puede confiar. Un depósito privilegiado. Porque él vino, se posó en su mano, aún sin conocerla, y ese acto la conmocionó. Es indescriptible la sensación que se experimenta cuando la belleza no te teme. Cuando la ingenuidad del otro ser te pertenece. Cuando se te mira con ojos redondos, y el alcance de la expresión se equipara al efecto de los corredores de luz que bajan por entre los árboles a mitad de la mañana. Intensa magnificencia del instante. Diálogo del corazón con la mirada. La pléyade le hace un coro, no temen ya a la señora gigante. Y ella espera que su piquito llegue a los labios. De adentro le avisan que alguien le procura. El petirrojo se asusta y desaparece y tras él la estela de pájaros, que aunque no es rey, le acompañan. Que disgusto se siente. Qué abrumadora tristeza cuando te roban el espacio mágico que sólo tu gracia pudo conseguir. Para la persona que te lo robó eres una extraña. Excéntrica, irritable. Caso raro de mujer. Y yo les digo: imposible dejar de disfrutar de amistades tan privilegiadas. Pero no hay remedio, la felicidad ha quedado en el pasado.

Y esta circunstancia de ser una mujer de vida provinciana que pasaba horas y horas contemplando y viviendo la naturaleza, hablando con los animales, es lo que provoca que no acabe por ser reconocida como la poetisa más grande de la América sajona. En nuestra pequeñez, quedamos impresionados con el espectáculo imponente de una montaña envuelta entre las nubes y los rayos del sol; sin embargo, la revelación divina de lo que ocurre en el interior y los alrededores de una colmena nos provocan, apenas, la sonrisa simpática de la curiosidad. Persistimos en el no escuchar. ¿Por qué enceguecernos de tal modo que no vemos el espectáculo de luz que se ofrece suplicante a nuestra retina? ¿Por qué nos sentimos incapacitados para escuchar la música indescriptible de esa minúscula luz? A las personas suele fascinarle lo escandaloso y gigante. Es el precio de lo “íntimo”, aun sin ser romántico: el de la serena voz, aun sin ser discreta.

¿Hablan los pájaros? ¿Las flores hablan? ¿Hablan la tierra y el firmamento? Sí, hablan, pero en un lenguaje que aún no puede ser descifrado ni publicado en los medios de las personas comunes. De modo que para conocer a Emily Dickinson es menester adentrarse en su poesía.

La poesía de Emily Dickinson entra como sutil torrente a la conciencia de la individualidad humana, invitándole a recorrer un intenso camino interior, cercano a los recovecos inverosímiles del mundo externo, en complicidad con su cotidianeidad.

A mi jardín aún no se lo he dicho, / puede que me convenza. / Ahora no tengo suficientes fuerzas / para ir a contárselo a la abeja. / No lo diré en la calle / temo que las tiendas me vean / porque siendo tan tímida e ignorante / tengo la osadía de morirme.[2]

Otro:

Saber llenar nuestra porción de noche / o de mañana pura / llenar nuestro vacío no con desprecio, / llenarlo de ventura. / Aquí una estrella, otra estrella a lo lejos: /alguna se extravía. / Aquí una niebla, más allá otra niebla, / después el Día.[3]

Otro:

Nos gusta marzo, / con sus zapatos púrpura / es joven y esbelto. / Hace fango para el perro y el vendedor ambulante, / después seca el bosque. / La lengua de la culebra sabe cuando él se acerca / y se cubre de manchas / tan cercano está el Sol tan poderoso / que calienta nuestras mentes. / El es el vocero de los otros / morir es fuerte / con pájaros azules volando como piratas / bajo el color inglés que hay en su cielo. [4]

Las posibles respuestas que encontramos al explorar las poesías de Whitman y Dickinson nos presentan puntos de vista, digamos, tentadores.

“La hojita más pequeña nos enseña que la muerte no existe…” -decía Whitman.

“…el alga y la perla crecen en los mares, pero sólo ellos saben en la hondura donde se ocultan.”, afirmaba Dickinson.

Ambos escribieron con especial coincidencia: “…el morir es una cosa distinta de lo que muchos suponen. Y mucho más agradable.” (Whitman)

“…morir no duele mucho, la vida duele más…” (Dickinson)

Cuatro escritores conozco -Emily Dickinson, Walt Whitman, Mark Twain y Edgar Alan Poe- que englobaron en su obra el espíritu y la personalidad del norteamericano. Sin el estudio de su obra no es posible llegar a comprender a plenitud la intríngulis de un dilema aún no resuelto en la conciencia colectiva o intimidad de este grandioso país.

Los pueblos deberían empezar por conocer a sus poetas como guía para conocerse a sí mismos. Ese mérito que solemos otorgarle a los filósofos se lo robamos a los bardos, cuando no hay un solo filósofo de mérito que no haya bebido en el manantial de los más grandes cantores. No olvidemos que la poesía es el lenguaje en que se expresa el misterio de la grandeza cósmica. Los pueblos que aprenden a conocer sus poetas llegan algún día a conocerse a sí mismos, porque el conocimiento llega primero a través de los sentidos. Nos comprenderemos a partir de que nos sintamos.

¿Qué ha sucedido con nuestros sueños? Suele preguntarse el norteamericano común. Busquen a sus poetas y hallarán la respuesta; y, además, –como en los salmos- algunas claves. Nada de lo que nos ocurre hoy, se encuentra ausente en el libro del ayer.

Una pregunta similar se la puede hacer también el mundo.

Recomiendo leer más de Emily Dickinson en A media Voz

Retrato de Emily Dickinson, mural del West Cemetery en Amherst .



[1] If I should`nt be alive / when the Robins come, / Give the one in Red Cravat, / A Memorial crumb. /If I could`nt thank you, / Being fast asleep, / you will know I`m trying/ with my Granite lip. (E. D.)

[2] I hav`nt told my garden yet- / Lost that should conquer me. / I hav`nt quite the strength now / To break it to the Bee. / I will not name it in the street / For shops w`d stare at me – / That one so shy – so ignorant / Shoold have the face to die.

[3] Our share of might to bear – / Our share of motning – / Our blank in bliss to fill / Our blank in scorning. / Here s star, and there a star, / Some lose thein way! / Her a mist, and there a mist, / Afterwards – Day!

[4] We like March – his shoes are Purple. / He is new and high – / Makes he Mud for Dog and Peddler – / Makes he Forest Droj – / Knows the Addlis Tongue his coming / and begets her spot – stand the Sun so closely and mighty / that our Minds are hot. / News is he of all the others – / Bold it were to die / with the Blue Birds buccaneering / on his British Sky.

NOTA: Este trabajo está protegido por las leyes Internacionales de Derecho de Autor, puede ser reproducido en cualquier medio siempre que se respete su integridad, la autoría y se mencione la fuente.

/akerunoticias.com

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Poesía: A mi también me desagrada





Me gusta la poesía, no me gustó siempre la poesía... es (en mi) como se dice en inglés "an acquired taste"(un gusto adquirido, como el mate, por ejemplo). Tengo mi forma de apropiarme de los versos y es un poco amor a primera vista, o nada...
Para muchos las poesía es aburrida, sin sentido,poco entendible.Muchas veces han sido parte de las antiguas clases de literatura de nuestra secundaria donde lo único que teníamos que hacer era buscar la intención del autor (quien ni siquiera el mismo la sabía).
Asocio la poesía con el asalto a los sentidos y a la mente, con la empatía que siento con algo que leo y me hubiera gustado decir a mí... la forma en que una frase o palabra sigue viniendo a mi mente después de haber leido el poema...sentimientos parecidos o simplemente la belleza de las palabras puestas en el verso de esa (y no de otra) manera...


Un concepto de Marianne Moore...

Poetry
I, too, dislike it.
Reading, it, however, with a perfect contempt for it, one discovers in it, after all, a place for the genuine.

La poesía

A mí también me desagrada.
Sin embargo, al leerla con perfecto desprecio, se descubre en
ella, después de todo, un sitio para lo genuino.



La poesía completa en idioma original:

Poetry

I, too, dislike it: there are things that are important beyond all
this fiddle.
Reading it, however, with a perfect contempt for it, one
discovers in
it after all, a place for the genuine.
Hands that can grasp, eyes
that can dilate, hair that can rise
if it must, these things are important not because a

high-sounding interpretation can be put upon them but because
they are
useful. When they become so derivative as to become
unintelligible,
the same thing may be said for all of us, that we
do not admire what
we cannot understand: the bat
holding on upside down or in quest of something to

eat, elephants pushing, a wild horse taking a roll, a tireless wolf
under
a tree, the immovable critic twitching his skin like a horse that
feels a
flea, the base-
ball fan, the statistician--
nor is it valid
to discriminate against 'business documents and

school-books'; all these phenomena are important. One must
make a distinction
however: when dragged into prominence by half poets, the
result is not poetry,
nor till the poets among us can be
'literalists of
the imagination'--above
insolence and triviality and can present

for inspection, 'imaginary gardens with real toads in them', shall
we have
it. In the meantime, if you demand on the one hand,
the raw material of poetry in
all its rawness and
that which is on the other hand
genuine, you are interested in poetry.




La poesía

A mí también me disgusta, hay cosas que son importa-
ntes, más que todo este violineo.
leyéndola, no obstante, Con perfecto desprecio por ella,
se descubre que hay en
ella, después de todo, lugar para lo genuino.
Manos que pueden agarrar, ojos
que pueden dilatarse, pelo que puede erizarse,
si debe; estas cosas son importantes, no porque una

altisonante interpretación pueda encajarse sobre ellas,
sino porque son
útiles; cuando se vuelven derivativas hasta volverse
ininteligibles,
la misma cosa puede decirse de todos nosotros que nos-
otros
no admiramos lo que
no podemos entender; el vampiro,
colgado cabeza abajo o en busca de algo que
comer; los elefantes , empujando, un caballo salvaje,
revolcándose; un incansable lobo, bajo
un árbol; el inconmovible críticio que sacude su
piel como un caballo al sentir una pulga; el base-
bal-fan, el estadístico;
ni es válido
hacer una discriminación contra "documentos comer-
ciales y textos escolares"; todos estos fenómenos son
importantes. Debe hacer una distinción,
sin embargoo; cuando son arrastrados a prominencia por
semipoetas, el resultado no es poesía,
ni hasta que los poetas entre nosotros puedan ser
"literalistas de
la imaginación", por encima de
insolencia y trivialidad, y puedan presentar


a inspección imaginarios jardines con verdaderos sapos
en ellos, tendremos-
la. Entretanto, si pedís, por una parte,
la materia prima de la poesía en
toda su crudeza
la que es, por otra parte,
genuna, entonces estáis interesados en la poesía.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Adiós Sui Generis, Hola Alfi


Este relato es parte de un trabajo en progreso, probablemente una novela. Espero que les guste...


Cuando la madre de Alfi ser fue de la casa, el todavía no habia salido del closet y ella ya se había metido en bastantes otros (in)muebles.

Los padres de Alfi se conocieron en el concierto despedida de Sui Generis, mientras ella trataba de zafar de un guitarrista de pesada fumado que la tenía con ella y èl hacia signos de paz al escenario mientras se balanceaba al son de Rasguña las piedras.El choque fue de espaldas y cuando Peter (ahora don Pedro a secas) se dio vuelta para recriminarle el terrible golpe no pudo dejar de enamorarse de las mostacillas de colores, la camisola al viento, los cabellos tomados por la bincha de telar y la cara de susto de “cuando me agarre el drogón me asesina”. Al principio, Mabel o Suzie Q (pronúnciese susiquiu) ,como se hacia llamar en esos tiempos, se fijó en Pedro mas como muro de defensa que como hombre. Pero acurrucándose contra su cuerpo para que no la vea el quemado, se produjo un cortocircuito eléctrico que conmovió a la hippie asustada. El climax de la relacion se produjo cuando Charly grito el ultimo “chau” y Pedro enjugándose la lagrima de la despedida abrazó a Mabel quien emocionada se apretaba más y más contra su cuerpo sin dejar de espiar a la izquierda y a la derecha por si volvía el músico paranoico.

Pedro, mas emocionado que Nito Mestre, le decia a Mabel, sin dejar de sollozar

_Se terminó, loca, ¿entendés?

Y aunque a Mabel siempre le gusto mas la Pesada de Billy Bond, lo entendió y le dio unas afectuosas palmaditas en la espalda, como consuelo para el triste fin.

Sin embargo, para ellos fue el principio.

No se veaían demasiado porque Mabel, o más vale Suzie Q, era groupie de varias bandas, asi que andaba por la ruta varios meses del año. Pedro tenía un kiosquito en la estación de tren y trabajaba más de diez horas por día, la extrañaba demasiado pero no le reprochaba nada. Sabía lo que significaba la pasion por la musica, aunque para el desde aquel fatidico día del adios de Sui Generis, no había nadie más. Solo le quedaba escuchar los long plays en casa, y por suerte, se habia comprado un pasa cinta para llevar al kiosco.

Una tarde de verano ,Mabel-Suzie volvió, para quedarse, Pedro la notó algo decaída y un poco demacrada, pero , por supuesto, se trataba de tanto viaje. Ella estaba bastante más afectuosa que de costumbre, lógicamente despues de una separación de varios meses. Y sucedió lo que suecede cuando dos jóvenes, apresurados , bohemios e irresponsables se juntan: se casaron de raje. A los ocho meses, nació Alfredo (Alfi), un rozagante bebé prematuro de 3,750 kg.

viernes, 5 de noviembre de 2010

¡Hazlo, Hazlo,Hazlo!

if you’re going to try, go all the
way.
otherwise, don’t even start.

if you’re going to try, go all the
way. this could mean losing girlfriends,
wives, relatives, jobs and
maybe your mind.

go all the way.
it could mean not eating for 3 or
4 days.
it could mean freezing on a
park bench.
it could mean jail,
it could mean derision,
mockery,
isolation.
isolation is the gift,
all the others are a test of your
endurance, of
how much you really want to
do it.
and you’ll do it
despite rejection and the
worst odds
and it will be better than
anything else
you can imagine.

if you’re going to try,
go all the way.
there is no other feeling like
that.
you will be alone with the
gods
and the nights will flame with
fire.

do it, do it, do it.
do it.

all the way
all the way.
you will ride life straight to
perfect laughter,
it’s the only good fight
there is.

“Si vas a intentarlo, ve hasta el final.
De otro modo, no empieces siquiera.

Si vas a intentarlo, ve hasta el final.
Tal vez suponga perder novias, esposas,
parientes, empleos y quizá la cabeza.

Ve hasta el final.
Tal vez suponga no comer durante 3 o
4 días.
Tal vez suponga helarte en el
banco de un parque.
Tal vez supongo la cárcel,
Tal vez suponga mofas, desdén,
aislamiento.

El aislamiento es la ventaja,
todo lo demás es un modo de poner a prueba tu
resistencia, tus auténticas ganas de
hacerlo.

Y lo harás a pesar del rechazo y las
ínfimas probabilidades
y será mejor que cualquier otra cosa
que puedas imaginar.

Si vas a intentarlo ve hasta el final.
No hay sensación parecida.

Estarás a solas con los
dioses y las noches arderán en
llamas.

Hazlo, hazlo, hazlo.

Hazlo.

Hasta el final.
Hasta el final.

Llevarás las riendas de la vida hasta
la risa perfecta, es la única lucha digna
que hay.”


Roll the dice / Tira los dados – Charles Bukowski



jueves, 28 de octubre de 2010

Escuchado al pasar



No es realidad, es una ficción, escuchada al pasar...


¿Para qué voy a comer banana si la odio? ¿Para qué quiero el potasio que me hace bien si esta enfermedad de los demonios me está devorando cada estúpida célula de mi cuerpo? ¿para qué quiero estar bien si esta jodida enfermedad se vanagloria llevándose lo poco sano que me queda?

Pero me como la p... banana y ¡¡¡no digo nada!!!


Nos conocemos de ¿ hace cuánto?¡¡ de toda la vida!!! Ni me acuerdo... Fuimos compañeras del colegio, ¿te acordas? Y vecinas del barrio... ¿Cuándo te fuiste a vivir por allá? ¿en el 50? Nosotros nos hicimos la casita en el 48... Desde el 50... no lo digamos fuerte...ji,ji... que van a hacer la cuenta de los años que tenemos...


Esa es Norma...

La conozco , es la que la trajo al hospital ¿no se acuerda?
No.


¿Qué hora es? ¿Las 11.30? Pensé que eran como las 4 de la tarde... entonces todavía no almorcé... ¡Qué feo es despertarse así sin saber qué hora es! ¡Ni sè para qué quiero saber la hora ni para qué quiero comer!

El sancandrenol me lo dan por vena... Por boca no me queda nada...


¿Tenés el celu de José? Llamalo... ¡Qué vergüeza que no me lo acuerdo de memoria! Ya nada me acuerdo de memoria...

Tiene que comer,señora.¿No ve que si no come no va a estar sana para que le den el alta?

¿Sana? Sí...¡ sanísima!! Si no fuera por el p...bicho que me come las entrañas estaría más sana que un bebé...


Acuestese, señora, duerma, duerma un poquito... si se pone bien y le dan el alta puede empezar con la quimio...

¡Calláte, imbécil! Sólo quiero dormir ...dejáme... en el sueño que estaba soñando tenía el pelo y era colorado como a mí me gusta. Cuando me crezca, me lo voy a teñir de colorado rabioso. ¡Ra-bio-so! No me importa si me queda mal o si a José no le gusta. Capaz que me salen menos canas cuando me crezca.
dormir... me gustaría dormir...dormir y soñar eternamente...

Mire quién llegó justito antes de irme... José... Despiértese, señora, vino José...Mire está Josecito...No se quiere despertar, no sé qué le pasa...llamé tres veces a la enfermera pero no vino. ¿Tenés el teléfono del médico?


En el tablero de ajedrez, juego mi reina , pero me dan jaque mate...


No quiero escuchar, prefiero cerrar los ojos, finjir que duermo, no voy a abrir la boca para alimentar a esta enfermedad de la hostia...

No quiero, no necesito, no puedo, no voy a despertarme...


Los análisis dieron bien, se puede ir de alta para empezar la quimio.

¡La pu...que lo parió! todo empieza de nuevo... ¡No quiero rayos, no quiero quimio, ni una mie...!¿Y si sólo me dejan dormir?

lunes, 4 de octubre de 2010

¿Postear o no postear?

¿Qué me llevaría a querer escribir y publicar esas pequeñas historias que andan rondando en mi cabeza por años? Tal vez el ver que se publica tanto que uno más no va a hacer nada (ni malo ni bueno), o la ambición de ver tu nombre en el ciberespacio. No sé. Lo único cierto es que estoy acá sentada en una tarde de verano infernal (por esto tal vez la alucinación soporífera de la narración) a punto de empezar con algo que ni sé empezar.

Puede que esto haya sido mi inspiración.Todos tenemos algo que decir, entonces ¡digámoslo!

PD: Noticias de último momento: tengo varios colaboradores para los Momentos ...